Consejos para niños y niñas en la cocina

¡Hola, amigos!


La limpieza en la cocina es MUY importante, y empieza por el aseo de tus MANOS, así que: ¡lávalas con mucha agua y jabón antes de comenzar a cocinar!


También debes lavar con agua todas las frutas y verduras que vayas a preparar.


Lava con agua y jabón latas de atún o verduras antes de abrirlas, y revisar que todos los utensilios que vas a utilizar, como tablas de picar, platos y cuchillos, estén limpios.


¡Cocina con las recetas de Nico y te darás cuenta de que comer bien puede ser muy divertido si tu mismo preparas tus platillos!


Seguridad en la cocina
La cocina es un lugar en donde hay fuego y objetos cortopunzantes! No parece ser un lugar apropiado para niños, verdad? Sin embargo, si tienes en cuenta estos consejos de seguridad, podrás hacer un uso adecuado de la cocina y todo lo que hay en ella, y así preparar deliciosas recetas.


1. No es una buena idea que cocines tú solo, solo, solito. Pídele a un adulto responsable que te acompañe y te cuente cosas mientras tu cocinas. Y... verás: los adultos son muy buenos en tareas sencillas, como prender y apagar los fogones de la estufa y encender el horno a la temperatura que tú le digas.


2. Para que tu mamá no se moleste, protege tu ropa de salpicaduras, cortadas o quemones, usando un delantal de cocina. Además, usarlo, te hará sentir un mejor cocinero!


3. Los rayadores en forma de pirámide son muy útiles y cómodos, así como los peladores, pero al utilizarlos... ¡Ten cuidado con tus dedos! No queremos pedacitos raros en la ensalada...


4. Recuerda que las ollas y los moldes se calientan muchísimo en la estufa y en el horno. Para evitar quemaduras, no olvides ponerte unos buenos cogeollas en ambas manos ANTES de tocarlos o moverlos. De la misma forma, protege la mesa de tu mamá, utilizando bases para poner los moldes calientes.


5. Un cuchillo bien afilado es una herramienta fundamental del buen cheff, pero... hay que tener MUCHO cuidado. Cuidado con tus dedos, -trata de no rebanarlos-, y cuidado con el cuchillo: corta siempre sobre una tabla grande de madera o plástico, lávalo después de usarlo, ponlo a secar con el mango hacia arriba para que te quede más fácil sacarlo del seca-cubiertos y evitar una molesta cortadura.